Nada Es Más Noble, Seductor, Mágico, Irresistible... Que Un Buen Vino
Los ambientes de elaboración del vino no requieren ninguna necesidad particular de resistencia química, ya que los únicos agentes agresivos son la sosa cáustica muy diluida, normalmente inferior al 5 %, el ácido cítrico utilizado para la limpieza de las plantas embotelladoras y el aceite de vino que algunos todavía utilizan en la preparación de los corchos.
Las zonas de prensado, embotellado y fermentación requieren una superficie de mínima absorbencia, resistente a la agresión de los taninos y a la acidez, que complementada con un sellado antibacteriano de las juntas garantiza la higiene del entorno.
El suelo debe garantizar la máxima resistencia mecánica, estática o circulante en las zonas de almacenamiento.
El grado de antideslizamiento requerido es medio/alto en función de las diferentes zonas, e incluso puede ser muy bajo en algunas salas representativas donde muchos bodegueros eligen entre los más bellos suelos de nuestra gama Ardech, en pizarra o piedra natural, materiales intemporales que se adaptan perfectamente para realzar los espacios y dar cabida al producto de tradición milenaria como el vino.
Incluso en las bodegas es imprescindible elegir el sistema de drenaje correcto, ya que las necesidades de la zona de añejamiento son muy diferentes a las de almacenamiento, prensado y fermentación.